"(...) la colaboración entre la financiación a través del capital privado y la que ofrece la banca tradicional es un hecho que vivimos cada día y del que tomamos parte activa"

Los tiempos cambian en el mercado internacional y, desde luego, en el español.
Desde inicios de 2022 se sigue acentuando una tendencia: el negocio de la deuda privada sigue avanzando a un ritmo considerable en nuestro país.
No se trata de suprimir sino de complementar el crédito bancario. Los fondos, así, están creciendo como fuente de financiación para las empresas y su crecimiento partiendo, como era el caso español, de niveles iniciales bajos. Y todo apunta que es una orientación que llega para quedarse, como ocurrió hace décadas, por ejemplo, en Estados Unidos o en economías europeas como la alemana.
Sin datos totalmente precisos, pero expertos en el sector señalan que la financiación alternativa se mueve ya en cifras que van del 15% al 18% del total. Sin llegar, eso sí y de momento, a la barrera del 20%.
No sólo se trata de un recurso al alcance de grandes compañías. Empresas con ebitdas de entre 3 y 15 millones empiezan a recurrir al direct lending. Así, desde DEXTER Global Finance, su CEO, Yeidy Ramírez señala que “la colaboración entre la financiación a través del capital privado y la que ofrece la banca tradicional es un hecho que vivimos cada día y del que tomamos parte activa. No se trata de opciones antagónicas o excluyentes. Al contrario. Son complementarias. Y cada día son más las
empresas, para desarrollar sus proyectos en inmobiliario o en otros sectores, que trazan un esquema de financiación híbrido. En DEXTER estamos cómodos con estas fórmulas de colaboración que combinan tramos bancarios y otros específicos para los fondos”, ha concluido.


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