“Financiación con capital privado en el mercado inmobiliario de costa”

Por zonas, la Costa del Sol, la Costa Brava, la Costa Cálida, Baleares y Canarias destacan como las que mayor volumen de inversores han conseguido atraer este 2022. Son los resultados que arrojan, hoy por hoy, los datos de un mercado inmobiliario de costa que se define y resume en un concepto: “dinamismo”.

De un lado, se ha dejado atrás la crisis del coronavirus. De otro, hay un comportamiento resiliente en un contexto de inflación y guerra en Europa. El hecho es que el ‘real estate español’ finaliza el verano con cifras positivas, alto interés inversor y una actividad notable en lo que a operaciones se refiere.

Los expertos vaticinan que las zonas costeras del país tienen todavía mucho recorrido y para el inversor las rentabilidades del alquiler son atractivas, llegando al 8% de rentabilidad bruta anual, lo que a su vez ha provocado una evolución al alza de la demanda. Más allá del inversor nacional, que ha seguido siendo protagonista, alemanes, británicos, franceses, belgas e italianos lideran la lista de inversores con mayor peso sobre el total, mientras que estadounidenses y chinos han moderado su interés por España tras años de mucha actividad.

Desde el departamento de Riesgos de DEXTER, su analista principal, Rubén Miñarro apunta en este sentido que “se está percibiendo una liquidez en el segmento inversor que no encuentra salida en otros productos y termina en el ladrillo, como valor refugio. Y, desde modelos de financiación alternativa, estamos dando un impulso muy fuerte a proyectos en todo el litoral mediterráneo, especialmente en residencial”. A eso añade que “el viento está soplando de cara y el capital privado está sirviendo, operación tras operación, para imprimir velocidad en el crecimiento de las empresas, que ven que su producto, en el caso de promotores y constructores está teniendo una salida muy rápida, una enorme liquidez”, ha concluido.