"Este 2022, de hecho, se podría cerrar con un número de transacciones por encima de las 500.000, superando datos ya de 2019"
Las previsiones en el sector inmobiliario de cara al 2023 arrojan puntos de incertidumbre y otros de seguridad, y en general se apunta a que será un año formidable en inversión extranjera en residenciales.
Los expertos coinciden en que se tratará de doce meses distinguidos por la falta de suelo (todavía) y por la presencia de más demanda que oferta en determinadas zonas, tanto de ciudades como de costa. Este 2022, de hecho, se podría cerrar con un número de transacciones por encima de las 500.000, superando datos ya de 2019.
Tras la pandemia provocada por el COVID-19 han sido muchos los extranjeros que han acudido a España buscando una mejor calidad de vida, aprovechando las ventajas del auge del teletrabajo. Así, durante este 2022 la venta de viviendas en el territorio nacional a inversores extranjeros, principalmente de origen europeo, se ha incrementado un 52,7%. Una situación que seguirá la misma senda.
Desde el Departamento Comercial de DEXTER, su responsable, Guillermo Díaz señala que “ya antes de 2020 España era un país que atraía las inversiones extranjeras en residenciales, en busca del sol y calidad de vida. Ahora, nuestras operaciones de financiación alternativa para promotores y constructores se han disparado precisamente para aportar recursos a empresarios que hacen desarrollos comprados en gran medida por público internacional”.
El hecho es que inversores con ingresos medios están aprovechando el precio de la vivienda en España para instalarse en el país mientras teletrabajan. En este marco, habrá que estar atentos a la evolución en 2023 tanto de la inflación como de la subida de los tipos de interés hipotecarios, así como de la crisis de suministros. Todo está afectando a la banca tradicional y haciendo ganar, enormemente peso, al capital privado.
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