"Se ha despertado el apetito inversor tanto de grandes como de pequeños ahorradores nacionales"

Es un hecho histórico que España es el país de Europa con la mayor tenencia en propiedad de los ciudadanos, ya que la inversión en inmobiliario ha sido una constante para familias y para empresas, en el caso ya de activos inmobiliarios más allá del residencial.

La llegada del covid-19, que llevó al encierro prácticamente de todo el mundo para combatir al virus, redujo la demanda de bienes y sobre todo de servicios hasta niveles nunca vistos con anterioridad. Sin embargo, la euforia inundó las economías cuando las restricciones empezaron a levantarse, lo que produjo un exceso de demanda y una falta de oferta. 

Meses después, nos encontramos en una coyuntura en la que las inflaciones de todo el mundo se encuentran disparadas. A este hecho se sumó, desde el mes de marzo del 22, la guerra entre Rusia y Ucrania, que afectó al incremento del precio de las materias primas. 

Tras un año convulso para la economía, pero que ha seguido arrojando datos muy buenos en inmobiliario, 2023 se presenta como un año en el que los ahorradores, en busca de mantener su dinero a buen recaudo, apostarán por la vivienda como activo refugio. Desde compañías como ‘Scope Ratings’ se apunta que “la sólida demanda de viviendas, sobre todo en las grandes ciudades, y la falta de nueva oferta, están respaldando las perspectivas más sólidas de las empresas del segmento de compraventa”.

En momentos de inestabilidad en los mercados financieros, “la inversión en productos inmobiliarios, como viviendas, garajes, oficinas o locales comerciales, puede servir como valor refugio ante los altos niveles de inflación”, se añade desde ‘Idealista’. 

Desde Fotocasa, por otra parte, se incide en que el año pasado “se ha despertado el apetito inversor tanto de grandes como de pequeños ahorradores nacionales (…) en estos momentos no existe un producto financiero en el mercado que presente poca volatilidad y con una rentabilidad semejante”

Por su parte, en ‘Tinsa’ entienden que “la vivienda, como activo de larga duración, cubre las necesidades de refugio tanto en el caso de la demanda de uso, como la de inversión, ya que pude suponer un flujo de ingresos constante a lo largo del tiempo”

Desde DEXTER, su Director Comercial, Guillermo Díaz declara que “todos estos ingredientes nos llaman la atención sobre dos aspectos: el primero, que se seguirá promoviendo a muy buen ritmo, especialmente en grandes núcleos de población y en la costa; el segundo, que dado el momento en el que se demanda agilidad y rapidez, el capital privado y la financiación alternativa seguirán ganando cuota de mercado precisamente en el sector inmobiliario”.