El impulso a la economía de la financiación con capital privado

La financiación alternativa se encuentra, innegablemente, en su mejor momento en España: facilitando acceso a capital a empresarios de más calidad, a empresas más sólidas y con una facturación mayor, y accediendo y trabajando cada día más en sectores diferentes de la economía, trascendiendo el inmobiliario.

Buena parte de las operaciones tienen que ver, en efecto, con el crédito para promociones residenciales, por la gran liquidez y demanda constante de las mismas en nuestro país, y por la presencia fuerte en última instancia del comprador final extranjero, lo que allana enormemente el camino de los empresarios en la comercialización de sus proyectos.

Cobran especial relevancia, por resultar muy manejables, proyectos de entre 2 y 10 millones de euros en los que hay una primera inyección de liquidez para la obra que se culmina con recursos propios o una salida a través de la banca tradicional.

Es verdad que el mercado inmobiliario ha sufrido vaivenes en los últimos años: de un lado, el precio de los materiales de construcción; de otro, la reactivación de obras que habían quedado prácticamente paralizadas en tiempos del covid… incluso los efectos colaterales que ha traído la guerra de Ucrania. Sin embargo, los promotores han salido adelante y, en gran medida, aupados por el plus de agilidad y eficacia en los procesos de la financiación alternativa.

En otros países de nuestro entorno, la financiación alternativa está entre el 40 y el 60% del total en inmobiliario. En España cada año se conceden unos 10.000 millones de euros en crédito promotor.

El Analista Principal de Riesgos de DEXTER, Rubén Miñarro, asegura que “la experiencia apunta que los compradores extranjeros están manteniendo muy vivo el sector residencial; y la tendencia es clara: en la medida en que sigue llegando capital fuera de España para comprar vivienda, los promotores -con la ayuda del capital privado- se animarán a seguir construyendo. Es un panorama bastante claro, como mínimo, en el corto plazo”, concluye Miñarro.

Boosting the private equity finance economy

Alternative financing is undeniably at its best in Spain: providing access to capital to higher quality entrepreneurs, to more solid companies with a higher turnover, and increasingly accessing and working in different sectors of the economy, transcending real estate.

A large part of the operations have to do, in fact, with credit for residential developments, due to the great liquidity and constant demand for them in our country, and the strong presence, ultimately, of the foreign end buyer, which greatly paves the way for entrepreneurs in the marketing of their projects.

Projects of between 2 and 10 million euros, in which there is an initial injection of liquidity for the work to be completed with own resources or an exit through traditional banks, are particularly relevant, as they are very manageable.

It is true that the real estate market has suffered ups and downs in recent years: on the one hand, the price of construction materials; on the other, the reactivation of works that had come to a virtual standstill during the covid era… and even the collateral effects of the war in Ukraine. However, developers have been able to move forward and, to a large extent, boosted by the added agility and efficiency of alternative financing processes.
In other neighbouring countries, alternative financing accounts for between 40 and 60% of the total for real estate. In Spain, around 10,000 million euros are granted each year in developer credit.
DEXTER’s Senior Risk Analyst, Rubén Miñarro, assures that “experience shows that foreign buyers are keeping the residential sector very much alive; and the trend is clear: as long as capital continues to arrive from outside Spain to buy housing, developers – with the help of private capital – will be encouraged to continue building. It’s a pretty clear picture, at least in the short term,” concludes Miñarro.
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