El inmobiliario español conserva su músculo reforzado por la financiación alternativa
En los últimos meses hemos visto, como una tendencia general, que ha sido inevitable que las subidas de tipos hayan impactado en un sector tan dependiente de la financiación a largo plazo como el inmobiliario. Las promotoras y socimis españolas han dado fe de ello, ya que los números hasta julio (primer semestre de este 2023) no han sido fáciles.
Sin embargo, no parece prudente, de acuerdo con el análisis general del mercado, encender luz alguna de alarma. Las promotoras, en concreto, y del más diverso tamaño, siguen viendo cómo se recupera el ritmo normal de salida de promociones de obra nueva, ralentizado desde la pandemia. Y, especialmente en las zonas del litoral mediterráneo, a una marcha elevadísima.
A diferencia de la crisis inmobiliaria de hace 15 años, hay consenso igualmente en establecer que los cimientos del sector son hoy sólidos. Eso significa que hay un cierto blindaje ante eventuales dificultades económicas, y que, en definitiva, hay músculo para sortear una hipotética crisis sectorial.
El balance que hace el Analista Principal de Riesgos de DEXTER, Rubén Miñarro, es meridiano: “vemos que hay una solidez en el mercado. De un lado, una demanda del comprador final que en gran medida está soportada sobre recursos propios, sobre ahorros, y no sólo en el caso del comprador extranjero. Por otra parte, y del lado de los empresarios, sean promotores y/o constructores, llegan ya a DEXTER con los deberes ‘muy hechos’, con una estructura financiera que saben en qué medida requiere de financiación bancaria y en qué medida y en qué tramo alternativa, con capital privado, que es la que nosotros facilitamos y materializamos”, concluye Miñarro.
Spanish real estate retains its muscle strengthened by alternative financing
In recent months we have seen, as a general trend, that it has been inevitable that rate hikes have had an impact on a sector as dependent on long-term financing as real estate. Spanish developers and socimis have attested to this, as the numbers up to July (first half of this year 2023) have not been easy.
However, it does not seem prudent, according to the general analysis of the market, to sound the alarm bells. Developers, in particular, and of the most diverse sizes, continue to see how the normal pace of new-build developments, which has slowed down since the pandemic, is recovering. And, especially in the Mediterranean coastal areas, at a very high rate.
In contrast to the real estate crisis of 15 years ago, there is also a consensus that the foundations of the sector are solid today. This means that there is a certain degree of protection against possible economic difficulties, and that, in short, there is muscle to overcome a hypothetical crisis in the sector.
DEXTER Senior Risk Analyst Rubén Miñarro’s assessment is clear: “We see that the market is solid. On the one hand, end-buyer demand is largely based on own resources, on savings, and not only in the case of foreign buyers.
On the other hand, and on the side of the entrepreneurs, be they developers and/or builders, they come to DEXTER with their homework ‘very well done’, with a financial structure that they know to what extent they require bank financing and to what extent and in what alternative tranche, with private capital, which is what we facilitate and materialise”, concludes Miñarro.