"En un momento en el que la banca tradicional no entiende que haya que asumir ciertos riesgos, las oportunidades rápidas de negocio pasan por localizar el capital a través de los cauces de la financiación alternativa"
Suele suceder que en las etapas de expansión económica, el primer sector en comportarse favorablemente, dentro del inmobiliario, es el residencial; y éste es igualmente el que peor comportamiento tiene en épocas recesivas.
El actual momento es económicamente complejo, y conviene observar cuál puede ser la evolución, en inmobiliario, de un sector que sirve para calibrar el pulso de la economía real, como el comercial. Es un hecho que la reducción de la liquidez y la elevada subida de los tipos de interés en un corto período de tiempo está dibujando un panorama nuevo.
En concreto, y en lo que a locales comerciales se refiere, las restricciones a la movilidad de las personas en la pandemia han dejado una incompleta recuperación en 2021 y 2022, que se pondrá a prueba en 2023.
En un momento en el que la banca tradicional no entiende que haya que asumir ciertos riesgos, las oportunidades rápidas de negocio pasan por localizar el capital, la financiación, de manera inmediata a través precisamente de los cauces de la financiación alternativa, a través de fondos de inversión de rentabilidad que presten ese dinero necesario para el crecimiento de las empresas.
Desde el Departamento de Riesgos de DEXTER, su Analista Principal, Rubén Miñarro, apunta que “con todo el rigor en el análisis de las operaciones, en el estudio de viabilidad de los proyectos, pero es evidente que, frente a la banca tradicional, hay un mayor acento por parte de nuestros fondos de inversión en aportar capital a proyectos, también en comercial, en los que queda clara la rentabilidad y el buen margen en el corto plazo para el empresario. Para eso estamos: para que haya oportunidades que no se escapen a nuestros clientes”, ha concluido.