"En España, este 2022 se puede concluir que los activos de real estate (bienes inmuebles) son atractivos debido a su rentabilidad relativamente alta"

Es un hecho difícilmente discutible que en tiempos de turbulencia y alta volatilidad, el sector ‘real estate’ se presenta claramente como un refugio para el inversor, sean empresas o familias. Se trata de un mecanismo de protección de los ingresos y el propio patrimonio cuando la inflación golpea con fuerza. Es innegable, por expresarlo de manera directa, que los criterios de inversión cambian en función precisamente de los momentos cambiantes de la economía, y hoy atravesamos uno de ellos.

En España, este 2022 se puede concluir que los activos de real estate (bienes inmuebles) son atractivos debido a su rentabilidad relativamente alta, sus características de cobertura a la citada inflación y su estabilidad en términos comparativos.

Así, no sólo el residencial (casi estructuralmente con alta demanda) sino el sector logístico -dada la tendencia hacia el aumento del comercio minorista online y la necesidad de edificios modernos- se encuentra en fase alcista. Claramente.

El capital privado y la financiación alternativa, como la que se facilita a través de DEXTER, está haciendo posible este enorme dinamismo que se refleja en las operaciones de compraventa y en todos los proyectos en marcha a lo largo y ancho del territorio nacional.

Precisamente el Director de Riesgos de la compañía, José Enrique Chasserot, señala que “ante determinados entornos de incertidumbre, el empresario busca seguridad, y la está encontrando (a pesar de la subida en el precio de los materiales de construcción) en el desarrollo inmobiliario. Diría que incluso a pesar de la subida del precio del suelo. Eso lo estamos percibiendo en gran parte de las operaciones que estamos financiando, que ya vienen con un empuje comercial de reservas, de preventas, francamente alto”, puntualiza el directivo de DEXTER.