"Para el 45% de los compradores se trata de una inversión a largo plazo y para otro 39% es una forma de hacer patrimonio"

En el actual contexto económico, la compra de segunda residencia sigue despuntando y se presenta tanto como oportunidad de invertir como de sumar patrimonio, una vivienda para la que las entidades financian entre un 60% y un 75% de su valor total.

Esta tendencia alcista ya supera, y con creces, la demanda para alquiler, de la misma manera que ha sucedido con la búsqueda de primera residencia. Y esto, en un marco en el que los expertos estiman que el precio de la vivienda apenas subirá un 1% en 2022 y 2023.

El 65% de los demandantes de segunda residencia busca comprar, frente al 35% que quiere alquilar. Eso significa que promotores y constructores están enfocando sus proyectos sobre este perfil de clientes, hoy más exigentes que en la etapa previa a 2008.

Para el 45% de los compradores se trata de una inversión a largo plazo y para otro 39% es una forma de hacer patrimonio. Mientras, un 22% considera que la segunda residencia es un buen seguro para el futuro coincidiendo con el momento de inflación y subida de tipos de interés.

Desde el Departamento de Riesgos de DEXTER, su director, José Enrique Chasserot apunta que “cada día estamos constatando cómo empresarios con muchos años de experiencia en el sector que han recurrido tradicionalmente a Bancos y Cajas de Ahorros, hoy miran a la financiación alternativa. ¿Por qué? El entorno puede cambiar en cualquier momento, y son muy conscientes de que la flexibilidad, la agilidad y la velocidad para disponer de recursos económicos termina haciendo viables, rentables y efectivas sus promociones. Ésta es la clave”, concluye.


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